viernes, 17 de junio de 2011

La Filosofía del Erizo


Título: Le hérisson
Año: 2009
País: Francia
Director: Mona Achache
Música: Gabriel Yared
Fotografía: Patrick Blossier
Reparto: Josiane Balasko, Garance Le Guillermic, Togo Igawa, Anne Brochet, Ariane Ascaride, Wladimir Yordanoff, Sara Lepicard, Jean-Luc Porraz, Gisèle Casadesus
Premios: 2009 Seminci- Valladolid


Paloma desea morir…tiene solo 11 años y desea morir…Piensa que la vida es una pecera e incluso ha determinado la fecha de su muerte…Observa a su familia a través de una videocámara realizando un documental con sus preguntas existenciales. Una intelectual atrapada en el cuerpo de una niña, ya no hay inocencia, solo está la amargura de existir en una familia que representa todos los arquetipos franceses. Cruzando la puerta y bajando las escaleras del edificio en donde habita descubre una clase social inferior, un elevador en mal estado hace que el ascenso de clases sea un poco más dificultoso. Paloma imagina que muere, juega a morir, presencia la muerte de uno de los inquilinos y la repite en sus juegos. Se cruza muchas veces con Renée Michel la portera del edificio quien ha encontrado el escondite perfecto para deambular como una anónima luego de perder a su marido. Reéne está inmersa en sus libros que esconde como un preciado tesoro y a los que dedica horas de su tiempo en compañía de su gato y barras de chocolate. Reéne se siente fea, gorda, horrible y espera que nadie le dirija la palabra. El anonimato es lo suyo, no quiere ser molestada, solo morir con el recuerdo de haber amado, pero jamás volver a empezar. Los gatos están presentes en toda la película como aquellos guardianes entre el límite de la vida y la muerte. Sin embargo el escondite de Reéne es quebrantado por la curiosidad, un ser tan extraño, tan huraño resulta interesante para el nuevo inquilino de origen japonés, el señor Ozu descubre en un cruce de palabras el interés de Reéne por la literatura. Paloma pronto pondrá el ojo de su cámara en Reéne en donde encontrará la propia proyección de su amargura y la compasión. Para bien o para mal la vida de Reéne está por cambiar y Paloma tendrá algo que aprender acerca de la muerte. La imposibilidad de decidir su momento y lo importante que en realidad no es el morir si no el : “Que estabas haciendo en el momento en que ocurrió” Cual era tu condición sicológica y emocional…Quizás sea en ese momento de reencuentro en donde se encuentra el definitivo descanso.
Basada en la novela de Muriel Barbery, El erizo es una película sencilla en su construcción argumental, su fuerza está en el link que establecen sus diálogos con temas profundos. La crítica de Paloma podría semejarse a una Mafalda, en donde cada situación cotidiana parece transformarse en objeto digno de análisis, así Paloma puede hablar del gobierno, de la familia o realizar un completo sicoanálisis de su madre. No nos encontramos frente a una construcción hiperrealista ya que su nombre (El erizo) nos anuncia la fábula. Errado sería hablar de una película ingenua, personajes, nudos y acciones son pretexto de la fábula género que necesita de un corazón abierto y una comprensión imaginativa.

Para un niño siempre los dibujos son un descanso en un libro infantil y el dibujo al igual que la fotografía es un retrato permanente de un momento de la historia que se narra. Paloma dibuja al señor Ozu, a la señora Reéne y es gracias a las secuencias animadas acompañadas por la precisa música de Gabriel Yared que los dibujos prolongan su historia en el tiempo. Aquí la existencia de los personajes encuentra su existencia metafísica.

Con respecto a la puesta en cámara, las escenas transcurren lento y con naturalidad, manteniendo un ritmo interno en equilibrio al montaje, lo que ayuda a deglutir el mensaje de los diálogos. Cámaras ancladas en función de las actuaciones y lentos Dolly in compensados son algunas armas que ayudan a retratar el implacable paso del tiempo tanto para Paloma como para la señora Reéne. Sin embargo al señor Ozu jamás lo veremos solo. Sus intervenciones son las que hacen avanzar la historia, por tanto representa lo enigmático del destino.

La única manera en que el Erizo rompe esta manera clásica de filmar es en los momentos en que nos transformamos en los ojos de Paloma para ver su documental a través de su cámara, Pero estos momentos son tan prolongados que luego el ojo se acostumbra al movimiento que es bastante pulcro para ser una videocámara, lo que nos hace pensar que Paloma es una cineasta en potencia. De especial interés me resultan: El momento en que Paloma graba a su madre, a través de un vaso de agua. Graficando así la analogía de la pecera que como subtexto se explicara a un nivel menor y anverso, en el momento en que la señora Reéne recupera el supuestamente asesinado pez de la hermana de Paloma.

En definitiva: El erizo es una película pequeña, tanto en su producción como en su argumento pero poderosa en diálogos y mensajes. Con actuaciones más que correctas pero no recomendable para los que odian a los franceses. Ya que se rebalsa de todo lo cartesiano que pueda ser, de personajes parcos que llegan a ser queribles como los son los franceses y de un humor existencial muy propio como por ejemplo, el momento en que la señora Reéne responde la carta del señor Ozu en donde escribe: “No sé leer”.
Hay analogías sociales, existenciales y políticas que si saben apreciar se pueden transformar en una delicia.

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